Prevención y tratamiento de la Leishmaniosis en perros y gatos
La salud de nuestras mascotas es una de nuestras mayores preocupaciones. Entre las enfermedades que pueden afectar a nuestros amigos de cuatro patas, la Leishmaniosis se destaca por su seriedad y por el impacto que puede tener en su calidad de vida. ¿Qué es la Leishmaniosis y cómo se transmite? La Leishmaniosis es una enfermedad causada por[...]
La salud de nuestras mascotas es una de nuestras mayores preocupaciones. Entre las enfermedades que pueden afectar a nuestros amigos de cuatro patas, la Leishmaniosis se destaca por su seriedad y por el impacto que puede tener en su calidad de vida.
¿Qué es la Leishmaniosis y cómo se transmite?
La Leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito llamado Leishmania infantum, que se transmite a través de la picadura del flebótomo.
Esta enfermedad puede afectar tanto a perros como a gatos, aunque es más común en perros. En España, la Leishmaniosis canina es especialmente preocupante en áreas donde la población de mosquitos es alta, sobre todo en climas cálidos y húmedos.
Su ciclo de transmisión es bastante simple: Un mosquito infectado pica a tu mascota, y el parásito entra en el torrente sanguíneo, infectando a células del sistema inmune y, de ahí, al resto del organismo.
Síntomas en perros y gatos
Los síntomas pueden variar significativamente entre perros y gatos, y a menudo pueden confundirse con otros problemas de salud. A continuación, te detallamos los síntomas más comunes y sus características:
- Pérdida de peso y apetito: uno de los primeros signos es la rápida pérdida de peso o la falta de interés por la comida. Este aspecto puede ir acompañado de una desnutrición progresiva.
- Lesiones cutáneas: pueden desarrollar llagas, costras o áreas de pérdida de pelo, especialmente en zonas como las orejas, ojos y patas. Estas lesiones pueden ser muy incómodas y causarles picazón.
- Fatiga y debilidad: se muestran más cansados y menos activos de lo habitual. Pueden evitar actividades que normalmente disfrutarían, como jugar o pasear.
- Problemas oculares: las infecciones oculares, como la conjuntivitis o la uveitis, son bastante comunes. También pueden presentar secreciones o lagrimeo excesivo.
- Inflamación de los ganglios linfáticos: en perros, esto puede indicar una respuesta inmune al parásito, y a menudo se puede sentir en áreas como el cuello o extremidades posteriores.
- Cambios en el comportamiento: algunos gatos pueden volverse más irritables o menos sociables, lo que puede ser un signo de malestar.
Cómo se diagnostica la Leishmaniosis
Detectar la infección a tiempo puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de tu mascota.
- Exámenes clínicos: se realiza una revisión exhaustiva de tu mascota, prestando atención a cualquier signo visible, como lesiones en la piel o cambios en el comportamiento.
- Análisis de sangre: Mediante serología para detección de anticuerpos o PCR para detectar antígenos del parásito.
- Biopsia de piel: En algunos casos, se puede realizar una biopsia de las lesiones cutáneas para buscar la presencia del parásito.
- Monitoreo de síntomas: Prestar atención a cualquier cambio en su comportamiento o salud.
Y, ¿cómo se puede prevenir?
La prevención de la Leishmaniosis es clave para mantener a tu mascota a salvo. Se debe adoptar un enfoque integral que incluya medidas preventivas, como:
- Uso de repelentes: Existen productos específicos que se deben aplicar directamente en la piel a tu mascota para repeler a los mosquitos como pipetas o collares antiparasitarios.
- Evitar paseos en horas críticas: Los mosquitos suelen ser más activos al amanecer y al atardecer, así que trata de limitar los paseos durante esos horarios.
- Controlar el acceso a áreas de riesgo: Si vives en una zona con alta prevalencia de leishmaniosis, considera mantener a tu gato en interiores o supervisar cuidadosamente a tu perro en el exterior.
- Vacunas disponibles: Para perros, existen vacunas específicas contra la leishmaniosis que ayudan a prevenir la enfermedad y a reducir la gravedad de los síntomas si tu mascota se infecta. Ésta se puede administrar a partir de los seis meses de edad. Por otro lado, actualmente no hay una vacuna aprobada específicamente para gatos. Sin embargo, mantener buenas prácticas de prevención es esencial para protegerlo de esta enfermedad.
- Inmunomoduladores: Refuerzan el sistema inmune para evitar la diseminación del parásito en el organismo. Se recomiendan si vive o viaja a zonas endémicas.
- Alimentación adecuada: Proporciona una dieta equilibrada que ayude a fortalecer el sistema inmunológico de tu mascota. Es fundamental ofrecer alimentos de calidad.
- Visitas regulares al veterinario: Es fundamental hacer chequeos regulares para asegurarnos de que esté en buen estado.
Tratamiento
Si, a pesar de todas las medidas preventivas, tu mascota es diagnosticada de leishmaniosis clínica, es esencial actuar rápidamente. El tratamiento suele incluir medicamentos antiparasitarios y, en algunos casos, fármacos inmunosupresores. La duración del tratamiento puede variar, pero es vital seguir las indicaciones del veterinario al pie de la letra. En nuestra clínica, nos aseguraremos de que tu mascota reciba el mejor cuidado posible.
La Leishmaniosis en perros y gatos, un problema de todos
Erradicar la Leishmaniosis requiere un abordaje integral en el que todos colaboremos. Es muy importante concienciarnos sobre la importancia de seguir estas medidas preventivas, fomentando el compromiso de todos aquellos que tengan mascotas que puedan verse afectadas.
En El Arca, estamos comprometidos a brindarte la orientación y el apoyo que necesitas para cuidar de tus peludos. Si alguna vez tienes dudas sobre la salud de tu mascota o necesitas asesoramiento sobre las mejores prácticas preventivas, no dudes en consultarnos. Juntos, podemos garantizar que todos estén protegidos contra esta enfermedad y disfruten de una vida llena de amor y alegría.